Si bien todos estos sitios no suelen caracterizarse por una gran suciedad, ni por acumulaciones en grandes concentraciones, soportan un alto tránsito diario de personas, así como derrames ocasionales de residuos en el suelo, sobre todo cuando se manipulan mercancías con frecuencia.
Es por razones de higiene, seguridad e imagen corporativa que los responsables de tiendas, showrooms o grandes almacenes se ven obligados a organizar frecuentes operaciones programadas de limpieza, así como a estar siempre preparados para intervenciones rápidas en caso de necesidad.
Si la limpieza es diaria, una fregadora suele ser la máquina más adecuada, ya que en una sola pasada limpia el suelo y elimina las incrustaciones, dejándolo brillante y transitable de inmediato.
Sin embargo, en el caso de intervalos de limpieza más largos, acumulación de grandes cantidades de suciedad y, sobre todo, para tratar la suciedad accidental – por ejemplo un producto que se ha caído de una estantería y se ha hecho añicos en el suelo – es indispensable evaluar la hipótesis de barrer el área antes de lavarla. En estos casos, una barredora manual o una máquina motorizada compacta con conductor acompañante se convierten en excelentes aliadas para intervenir de inmediato de manera eficaz y puntual.