Si se observa de cerca un almacén o una planta de producción, se pueden entender muchas cosas sobre una empresa. Cómo se gestiona el espacio interior, qué cantidad y tipo de mercancías se manipulan cada día, la importancia que se da a la seguridad... en definitiva, la vida en estos espacios de trabajo es un interesante indicador informal sobre la salud de una empresa.
Traducido al lenguaje comercial, cuando se muestra a los proveedores y clientes una nave industrial limpia y bien organizada, es una excelente oportunidad para iniciar un diálogo positivo en el desarrollo de nuevas sinergias.
- ¿Se almacenan correctamente los materiales en espacios específicamente delimitados?
¿Es fácil acceder a la mercancía? ¿Están colocados los bienes con mayor rotación de manera que se agilice la manipulación para preparar los envíos? Significa que en la empresa se cuida la eficiencia de los procesos. - ¿El personal se desplaza de manera segura, utilizando protecciones individuales (cuando están indicadas), teniendo todos los materiales principales al alcance de la mano cuando los necesita?
Perfecto, sin duda quienes preparan los espacios operativos y quienes trabajan en ellos comparten buenos propósitos y prácticas laborales. - ¿Están limpias las estanterías y el suelo? ¿Se barre y friega el suelo de la planta con regularidad?
Mejor aún, significa que en la empresa también se cuidan los detalles.